Llorando escribo estas delicadas lineas, llorando esta noche en una almohada ya desgastada te escribo desde el corazón.
Pues hay millones de cosas que querría decirte y miles de razones por las que no hacerlo.
Siempre ha habido alguien que te dice que no debes llorar por una persona, se supone que nadie se merece que llores por él.
Bueno, yo he decidido esta noche regalarte mis lágrimas, sin que importe el que dirán.
Cuando juras y perjuras que jamás te enamoras de alguien de nuevo y que nunca más tu corazón tendrá un dueño ni un nombre aparece él. Robandotelo por la fuerza... la fuerza del amor y las armas del cariño... finalmente lo secuestrast, y no te lo impedí.
Y que quieres que te diga... solo admitiré que me enamoré de ti... ups! lo dije y por lo tanto se hizo más tangible
¿Qué cuando me di cuenta? A la idea le llevo dando vueltas mucho tiempo, siempre estuvo ahí esa prosibilidad abandonada.
Cuando te fuiste, las lágrimas corrieron por mis mejillas inconscientemente, fue allí cuando lo comprendí. Ahora eres mi vida y por eso estas palabras están bañadas en añoranza y amor. Por eso desde aquel día cada noche cae una lágrima por ti.
Te amo, mi amor.
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