Ninon se preparaba ansiosa en su casa, estaba tan nerviosa que más de una vez tuvo que parar a respirar.
"¿Qué me pongo? ¿Cómo me peino?" Decía repetidas veces mientras se miraba al espejo.
Cogía su pelo largo y mojado entre sus manos y estiraba de él. "¿Cómo me peino?" seguía pensando ella.
Miró la hora, como siguiese así finalmente llegaría tarde, y eso no lo podía hacer, iba a ser un día muy especial.
Cogío la plancha de pelo y a toda velocidad se alisó el pelo, le costó, porque ya le tenía muy largo.
Una camiseta blanca, unos vaqueros y unas convers era lo que había decidido ponerse.
Rápidamente se maquilló, cogío el bolso y salío a las calles de Lyon.
Antes de ponerse a caminar miró el reloj que siempre llevaba colgado al cuello.
Definitivamente llegaba tarde.
Caminaba rápido, casi corría, y la gente comenzó a mirarla de forma extraña.
Después de diez minutos estaba agotada, pero había llegado al centro de la ciudad.
Le vio, tan serio como siempre, esperando apoyado en una farola, con sus casquitos puestos escuchando música.
Ella se paró, parecía que el aire había cambiado, que era más ligero, como todo y había adoptado un olor familiar y agradable, un olor que solo estaba cuando estaba con él.
Le miraba fijamente, como si el tiempo se hubise parado.
Gael levantó la mirada, se encontró de frente con la imagen que había estado esperando durante seis meses.
Él echó a correr hacia Ninon y esta hizo casi lo mismo.
Gael la abrazó muy muy fuerte hacia si.
Respiró el perfume de su pelo, de su piel, de su tacto y de su calor y decidió que la espera por estar con ella había merecido la pena.
Se alejó ligeramente de ella, lo suficiente para verle los ojos.
La retiró el flequillo que tenía en la cara y la dijo mientras sostenía su carita en sus manos :
-Tu m'as manqué (Te he echado de menos)
- Moi aussi, moi aussi (Yo también, yo también)- le respondió ella entre lágrimas.
- Ne pleures pas...Pourquoi pleures-tu, mon amour? (No llores, por qué lloras, mi amor?)
- Parce que je t'aime (Porque te quiero)
Dicho esto ambos se besaron como si no fuese a haber un mañana.
Después de esto estuvieron juntos por todo Lyon, fueron a museos, a cenar... y así una y otra vez durante dos semanas, disfrutando uno del otro.
Pero llego el día definitivo.
Las lágrimas corrian por las mejillas de Ninon, y Gael la consolaba aunque él también necesitase apoyo.
No la volvería a ver en otros 6 meses.
No le volvería a ver en otros 6 meses.
Pero una promesa, sellada por un llamador de angeles, uno de los más bonitos que había visto ella, hizo que la ilusión volviese a su corazón.
Gael, antes de irse la dijo.
"Quand je suis parti, quand tu as besoin de moi, quand tu me manques, tu dois l'ouvrir.""Cuando no esté, cuando me necesites, cuando me eches de menos, abreló"
La besó en la frenté y finalmente se fue.
No hay comentarios:
Publicar un comentario